El cambio por el cambio, sin planificación, sin conocer las
etapas y sin un objetivo claro y alineado en la empresa puede llevar a
numerosas acciones de cambio descoordinadas, que si bien tienen sentido, por no
contar con las otras áreas de la empresa o ir alineadas respecto del plan de
negocio de la empresa acaban saturando la empresa y produciendo el efecto
contrario, el de haber cambiado procesos y hábitos, pero haber generado más
burocracia, más distancia entre departamentos o simplemente haber generado en
el cambio inseguridad y miedos en el equipo humano, propia de cambio pero que
si no se gestiona bien puede provocar un bajo rendimiento del equipo.
Por lo tanto; recordemos que si hemos hecho muchos cambios y
todo sigue igual o peor, seguramente habremos girado 360º sobre nosotros
mismos, y por tanto no habremos cambiado nada, simplemente habremos dedicado
tiempo y esfuerzo a algo que no ha funcionado.
Aplicar uno de los modelos de gestión del cambio nos ayudará
a planificarlo y que sea exitoso, pero el cambio debe ir alineado con la
estrategia de empresa.
En la capacidad de buscar el cambio de 180 grados residirá
la eficiencia del proceso.
Como decía Charles Darwin; “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas,
ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al Cambio”.
En otro post daré
unas claves para asegurar que no tenemos un cambio de 360º…